Fiebre Tifoidea

¿Qué es la fiebre tifoidea?

La fiebre tifoidea es una infección bacteriana que afecta el intestino y ocasionalmente el torrente sanguíneo. Se trata de una enfermedad poco común, con sólo 30 a 50 casos al año en el Estado de Nueva York. En la mayoría de los casos, el contagio se produce en viajes realizados a países subdesarrollados. El germen que causa la tifoidea es una variedad humana singular de la salmonela, llamada Salmonella typhi. Las epidemias no son comunes.

¿Quiénes contraen la fiebre tifoidea?

La enfermedad puede ser contraída por cualquier persona, pero el mayor riesgo lo corren las personas que visitan países donde la enfermedad es común. En ocasiones, se ha detectado que los casos locales fueron producto de la exposición a personas que son portadoras crónicas.

¿Cómo se contagia este germen?

Los gérmenes tifoideos se eliminan en las heces y en cierta medida, en la orina de las personas infectadas. Los gérmenes se contagian ingiriendo agua o comidas contaminadas por heces de personas infectadas.

¿Cuáles son sus síntomas?

Los síntomas pueden ser leves o graves y pueden incluir fiebre, dolor de cabeza, estreñimiento o diarrea, puntos de color rosado en el tronco y aumento del tamaño del bazo y del hígado. Las recaídas son comunes. Los casos fatales corresponden a menos del 1% con tratamiento antibiótico.

¿Qué tan pronto aparecen los síntomas?

Los síntomas generalmente aparecen entre una y tres semanas después de la exposición.

¿Durante cuánto tiempo puede una persona infectada ser portadora de los gérmenes de la fiebre tifoidea?

La fase de portador oscila entre unos cuantos días y varios años. Sólo cerca de un 3% de los casos se transforman en portadores del germen de por vida y esto suele ocurrir más a menudo en adultos que en niños.

¿Cómo se trata la tifoidea?

Los casos de tifoidea suelen ser tratados con antibióticos específicos como el cloranfenicol, la ampicilina o la ciprofloxacina.

¿Es necesario aislar a las personas infectadas?

Debido a que el organismo se elimina en las heces de las personas infectadas, sólo las personas que presenten diarrea activa y que no puedan controlar sus hábitos intestinales (bebés, ciertas personas discapacitadas) deben ser aisladas. La mayoría de las personas infectadas puede regresar al trabajo o al colegio al recuperarse, siempre y cuando se laven muy bien las manos después de evacuar. Los niños que asistan a guarderías, los trabajadores de la salud y las personas que trabajen en otros ambientes delicados deben obtener aprobación del departamento de salud local o estatal antes de regresar a sus actividades de rutina. Quienes manipulan alimentos no pueden volver a su trabajo hasta que se confirmen tres cultivos de materia fecal consecutivos con resultado negativo.

¿Existe una vacuna contra la tifoidea?

Existe una vacuna, pero ésta suele estar reservada para quienes viajan a países subdesarrollados en los que puede ocurrir una exposición importante. El método preventivo más eficaz radica en prestar atención estricta a precauciones relacionadas con los alimentos y las bebidas cuando se viaja a esos países.